Tipos de sistemas domóticos y estándares

Muchos propietarios están en la búsqueda de sistemas domóticos, con la finalidad de disfrutar de mayor comodidad y, por supuesto, seguridad. Si después de leer esta información, usted tiene dudas acerca de los sistemas domóticos que puede encontrar en el mercado, puede consultar a su cerrajero de confianza o cualquier otro especialista en el área de la seguridad.

Tipos de sistemas domóticos

Los tipos de sistemas domóticos están relacionados, principalmente, con el tipo de conexión que ofrecen, y se clasifican en tres grandes grupos.

Inalámbrico

Como su nombre lo indica, se trata de sistemas que funcionan sin el uso de cables, por lo que no requieren obras, ni instalaciones profundas, muy fáciles de conectar y rápidos de comenzar a utilizar.

Pero, al igual que otros dispositivos inalámbricos, son muy sensibles, así que tienen la tendencia a tener problemas en la calidad de recepción de la señal que envía o que recibe, así que es importante tomar medidas para disminuir estas molestias.

Cable BUS (KNX)

Se trata de una instalación realizada con ayuda de unos cables BUS, los cuales son muy estables. Además, estos cables son exclusivos, que solo trabajan para el sistema en el cual se emplean, así que no tiene que compartir funciones, evitando así interferencias y problemas de saturación, y su calidad es óptima.

Sin embargo, su desventaja es que al requerir de una importante instalación, la misma puede ser costosa, ya que suele requerir de obras de gran envergadura en el inmueble donde se va a instalar.

Cable PLC (X10)

Este es otro tipo de instalación, pero utiliza cable de alimentación. Su instalación es muy sencilla, sin embargo, no son sistemas muy estables y fiables, de acuerdo a la opinión de muchos profesionales.

Parte de esta desventaja, es porque comparte el cable con otros aparatos eléctricos y puede crear fallos con mucha frecuencia, a pesar de utilizar los filtros adecuados para evitar estos problemas.

Estándares domóticos

Los estándares hacen referencia a la capacidad del sistema domótico de ser compatible con dispositivos que pertenecen a otras marcas o elaborados por otros fabricantes, y se clasifican en dos grupos.

Estándares cerrados

Los estándares cerrados, también conocidos como estándares domóticos propietarios, hacen referencia a protocolos cerrados, es decir, solo el fabricante tiene el permiso para realizar cualquier tipo de mejora al sistema domótico, así como fabricar dispositivos compatibles.

Este tipo de protocolo protege los derechos del fabricante, sin embargo, puede limitar la aparición de innovaciones y evolución del sistema.

Estándares abiertos

Los estándares abiertos son muy flexibles, porque se trata de protocolos definidos por varias compañías, de manera que logran unificar criterios. No disponen de patentes, de esta manera permite que cualquier fabricante tenga la oportunidad de desarrollar productos, lo que incluye las aplicaciones, que optimicen el funcionamiento del sistema domótico.

En este tipo de estándares, los principales beneficiados son los clientes, porque no importa si una empresa desaparece o decide que ese producto ya no le es rentable y dejan de fabricarlo, los clientes pueden optar por otros productos u otras marcas en el mercado, que le permiten mantener su sistema en funcionamiento durante un periodo de tiempo más largo.